Desde su fundación, la Tercera Compañía ha enfrentado numerosos desafíos que han puesto a prueba su resiliencia y capacidad de respuesta. Durante las décadas de 1940 y 1950, la compañía jugó un papel clave en la protección de nuevas áreas urbanas en Copiapó, implementando prácticas avanzadas de prevención y extinción de incendios.

En los años siguientes, la Tercera Compañía amplió sus competencias más allá del combate de incendios estructurales. Incorporó técnicas de rescate en diversas situaciones, como accidentes vehiculares, desastres naturales y emergencias médicas. Su versatilidad y adaptabilidad les han permitido responder eficazmente a una amplia gama de incidentes, fortaleciendo la seguridad y el bienestar de la comunidad.

La Tercera Compañía no solo se ha destacado por su labor en emergencias, sino también por su compromiso con la educación y la prevención. A través de programas comunitarios, talleres educativos y campañas de sensibilización, han trabajado activamente para reducir el riesgo de incendios y promover prácticas seguras en hogares, escuelas y lugares de trabajo.