La fundación de la Sexta Compañía fue impulsada por el aumento de incendios en áreas rurales y forestales, especialmente en las cercanías de Copiapó y sus alrededores. A medida que la actividad agrícola y el desarrollo urbano avanzaban, se volvía cada vez más urgente contar con una unidad especializada en el manejo de incendios forestales. Este tipo de siniestros requiere conocimientos y habilidades específicas que difieren del combate de incendios estructurales, además de equipos especializados para acceder a áreas de difícil alcance y técnicas para controlar fuegos en terrenos amplios y muchas veces accidentados.

Desde sus primeros años, la Sexta Compañía se dedicó a entrenar a sus voluntarios en técnicas avanzadas de combate de incendios forestales y manejo de herramientas especializadas, como motobombas, mangueras de alta presión, y equipos de protección personal adecuados para ambientes forestales. Además, ha contado con capacitación en tácticas de contención y confinamiento de incendios en vegetación, y colabora estrechamente con otras entidades dedicadas a la protección forestal y medioambiental.

El enfoque forestal de la Sexta Compañía también incluye labores preventivas, con programas educativos para la comunidad sobre el riesgo de incendios forestales y prácticas seguras para minimizar su ocurrencia.